jueves, 11 de agosto de 2011

La Profecía : El Arte Divino de las Advertencias

Hola a Todos,

Llevaba mas de un año sin hacer entrada alguna en el blog, ya que, he seguido investigando tendencias en los campos que, según mi opinión, son relevantes en el rumbo que está tomando el mundo. Curiosamente, me ha dado por recopilar profecías y la verdad, algunas resultan escalofriantes ya que aciertan sobremanera en los cambios que se están produciendo.

De entrada, lo primero que he debido hacer es cercionarme de la veracidad de cada profecía, es decir, cribar entre falsos y verdaderos profetas y a su vez, entre falsas y verdaderas profecías. Hacer esto es sumamente complicado ya que, se ha de estar en contacto directo con la Verdad, ya que sin la misma, se es incapaz de distinguir entre falso y verdadero. Para ello, he echado mano de mis conocimientos en las materias que domino, bien sea el análisis y la programación, como la filosofía, algo de matematicas, algo de intuición y sobre todo el estudio de la Palabra de Dios (La Biblia). Con este coctel he logrado esclarecer algunas dudas personales y la verdad, ha sido un periodo muy iluminativo, ya que, he abierto los ojos en muchos aspectos en los cuales, estaba ciego.

La síntesis final es que el mundo en el que vivimos esta agonizando y lo que conlleva esto, es una transformación profunda del mismo. Tanto en la naturaleza como en lo materialmente creado a nuestras manos, empieza a tornar. He llegado a la conclusión de que todo está conectado de uno u otro modo. Es curioso, que coincidan cambios medioambientales con cambios economicos, sociales, politicos, etc. Por lo que he llegado a comprobar, las coincidencias no existen. No existe la casualidad sino la causalidad. En este mundo lleno de supersticiones, tenemos palabras como "coincidencia" o "suerte". La suerte por si misma, no existe, ya que no es más que el cúmulo de factores, variables y circunstancias que nosotros mismos condicionamos. Como demostración puedo exponer muchos ejemplos, en este caso, concretaré uno basado en el juego del Poker.

La Partida de Poker :

Se sientan varios jugadores, cada uno con sus miedos, sus virtudes, sus defectos. Independientemente de quien reparta las cartas, cada uno recibe su mano, unas mejores, otras peores, en principio, pero que refleja la que consciente o inconscientemente has elegido, es decir, hasta las cartas que recibimos están condicionadas por nosotros mismos. La explicación es ésta : si reparte una maquina, conlleva que haya sido un algoritmo el que haya barajado las mismas, aun así, por mucha entropía en la cual se base el algoritmo, el ciclo de barajado será cíclico y tenderá a repetirse en un momento u otro, además, el simple hecho de que una persona recoja las cartas para meterlas en la maquina, la cual baraja y reparte, ya influye en el barajado y a su vez en la repartición, con lo cual, hay una variable o factor humana que influye en las cartas. La persona que recoge las cartas para meterlas en la maquina, no lo hace siempre de igual manera, aunque a la larga, tenderá a repetir formas anteriores. Esta forma es influida por el estado de la persona. Si la persona esta contenta, tenderá a recoger y meter las cartas de forma un poco mas despreocupada que si esta triste. Resumiendo, todo afecta a todo.

En el caso de que las cartas las baraje y las reparta una persona, bien sea un croupier o bien que cada jugador, por turno, las baraje y las reparta, lleva condicionado lo anteriormente dicho. Cada persona tiene su propio "algoritmo" de barajar, el cual es influido por las variables o factores anteriormente dichas, alegria, tristeza, miedo, ansiedad, etc. A su vez, cada estado de cada persona, de una manera indirecta o directa, influye en los demás jugadores. En definitiva, aunque sean muchas las condicionales, a la larga, se tienden a repetir y por ende, se convierten en cíclicas.

Dicho todo esto, al final se llega a la conclusión de que es uno mismo el que decide su parte en el barajado, con lo cual, de una forma u otra, influimos en las cartas que recibimos. A la mente me viene ahora aquello de "lo que siembres, recogerás......." y es una verdad inmutable.

Así que, en el caso de que tenga una "racha" de buena "suerte", lo que verdaderamente está ocurriendo es que estamos en un equilibrio fisico y mental bueno, que a su vez, el conocimiento adquirido sobre el juego, la experiencia, la falta de ansiedad, de miedo, y la templanza, lo que nos conlleva es esa "racha" de buena "suerte", por lo cual, la "suerte" nos la "creamos" nosotros mismos y en definitiva, a todo este cúmulo de factores le llamamos "suerte". En el caso de que estés en un buen momento personal y que hagas las cosas bien y resulte que no te dan buenas cartas, significa que, o bien no estás en tan buen momento personal o bien te están haciendo trampas, aunque, curiosamente, esas mismas trampas acabarían siendo tambien cíclicas, pero ese es harina de otro costal.

Dicho esto, las Profecías, no serían mas que descubrir estos patrones cíclicos y a su vez, extrapolarlos en futuros modelos proféticos. Un buen ejemplo de esto es Nostradamus.
Nostradamus, recibio muchas de sus profecías de otro libro de profecías en el que se basó, a su vez, llegó a conocer el camino de averiguar otras muchas, que a su vez, plasmó en las centurias y otros escritos. Una cosa le llevo a la otra y así consecutivamente hasta que llegó al culmen de la averiguación. Son como migas de pan en el camino, pistas que uno va siguiendo, hasta dar con la clave.

Hay diferentes tipos de Profetas y esa diferencia está en la forma en la que llegan a conocer esas profecías. Por ejemplo, algunos leían en las estrellas, otros en las formas de la naturaleza, otros en sueños, otros en estado de hipnosis, etc. Unos eran conscientes de lo que veían, otros habia que preguntarles estando en ese estado de "trance" porque sino no recordaban nada, ya que no eran conscientes en ese estado, pero todos compartían la misma visión, solo que cada cual la interpretaba a su manera. Lo que tenían en común todos era el Amor, es decir, la preocupación por los demás y su intención era ayudarlos. Una de las pistas para reconocer un Verdadero Profeta enviado por Dios es ésta misma, el Amor a los demás, ya que el mismo, entraña el desinterés (o únicamente el interés de ayudar) y por ende, la voluntad verdadera de ayudar.

A la mente me vienen otras palabras como "por el fruto conocerás al árbol.......". Otra verdad inmutable.

Con este prefacio, llegamos al tema central, las profecías para nuestro tiempo.

He podido comprobar, que en la mayoría de casos, toda profecía dada por Dios, usando un medio u otro (Profetas, por ejemplo) viene a ser la misma. Unicamente, Dios nos la hace llegar a cada persona de la forma que nos es mas fácil de comprender. La cuestión de que haya personas que no crean en ellas es porque desean seguir con los ojos cerrados, o bien mirando a otro lado, ya que creen que así evitarán que lo escrito se cumpla, pero he de matizar, que el mar no desaparece sencillamente porque no lo veamos, sino que sigue ahí aunque no lo veamos. La única forma de evitar que la profecía se cumpliera, sería el cambiar nosotros como personas, ya que, al verdaderamente cambiar, cambiariamos nuestros habitos, por ende, nuestra forma de ver, de expresarnos, de percibir, de obrar y a su vez, estariamos cambiando las "variables" de nuestro destino, es decir, pasaríamos de tener una mala "racha" a tener una buena "racha". Esto no significa que uno pase de pobre a rico, sino, más bien, que uno empiece a estar bien con uno mismo y sobre todo, Con Dios. El resto, Dios nos lo daría por añadidura.

La Profecía no es más que la Advertencia, cuando vamos por mal camino. Si una profecía verdadera, no llega a cumplirse, no es porque no fuera verdadera, sino porque cambiamos a mejor, por lo cual, evitamos ese mal camino, que en principio llevabamos como rumbo.

La cuestión es esa, cambiar el rumbo, y en mi Fe y opinión, el unico rumbo verdadero es Dios.

Dios nos envió a su Hijo Unigénito para darnos el verdadero camino a seguir, por ello, la mayor profecía (cumplida) de todas es la venida de nuestro salvador Jesucristo para lavar los pecados de éste mundo y con este acto, cambiar el rumbo de destrucción que llevabamos. Por desgracia, a día de hoy, hemos retomado ese rumbo de destrucción y al paso que vamos, poco nos queda para llegar al final de un trayecto, que solo nos dejará en la más absoluta oscuridad.

Las profecías que nos afectan a nuestro tiempo, no hacen más que advertirnos de esa oscuridad.

Todo tiene un "por que" al igual que toda acción provoca una reacción. En este caso, de una forma u otra, llegarán a cumplirse las profecías de nuestro tiempo, la cuestión es que cada persona haya elegido su camino, independientemente de lo que vaya a suceder. Aunque el mundo en general vaya por un errado camino, no significa que cada uno como persona, debamos seguirlo, sino que, cada uno, podemos elegir el nuestro y con ello ayudar a otros a que retomen el verdadero. No siempre y no todos elegirán el verdadero, pero lo importante es ayudar en lo posible y si cada uno consigue que uno solo de los otros retome el verdadero camino, entonces habra sido como salvar al mundo entero.

En los tiempos que vivimos, las riquezas, el egoismo, la envidia, la maldad en las personas se ha hecho dueña de este mundo y han dejado de lado a Dios. Ese es nuestro error, el preferir una onza de oro a una onza de Amor. Santo Tomás de Aquino decía : "En el punto medio está la virtud" y cierto es, solo que con Dios no hay punto medio, porque o se está con El o se está sin El. Es decir, uno no puede tener dos amos, porque si bien sirve a uno, al otro lo desatiende y eso mismo le pasa al mundo, que prefiere las riquezas a Dios, prefiere el odio al Amor, prefiere cerrar los ojos a ver la Verdad.

Cada uno es libre de elegir, gracias a Dios, su camino. En mi caso, he elegido el camino de Dios, que no es más que el Amor, el ayudar a los demás. Cada uno ha de elegir el suyo.

Para terminar, una cita que me vino a la mente hace algún tiempo : "Quien es capaz de cambiar su destino, es capaz de cambiar el destino de la humanidad".

Hay un dicho que dice así "nunca es tarde si la dicha es buena......." y cierto es. Nunca es tarde para cambiar a mejor, aunque si he de decir, que el tiempo se nos agota y que está más cerca de lo que pensamos.

Con todo mi corazón, deseo que aquel que lea esto, por lo menos reflexione el camino que lleva y si no es el verdadero, deseo que lo encuentre, porque aquel día que lo encuentre, habrá encontrado la Verdadera Felicidad y por ende, habrá encontrado a Dios.


Un Saludo a Todos


Docma